Cemento Caído -Revista Idea Lista
Cemento caído No voy a mencionar esa palabra, en tanto pueda evitarla voy a sentir que mi felicidad es completa. Aparecerá entre los comerciales, las pasarelas o la calle y, sobre todo, en una conversación humana que carece de intelectualidad y rebalsa de estereotipos. No me van a obligar a decirla y no es por capricho. Es, simplemente, que no le encuentro sentido. Aunque lo ignore, aunque lo aborrezca y lo borre de todos los rincones siempre se filtra, como el azúcar en el té. Yo le digo a mamá que lo quiero amargo, pero se le cae un poco, lo vuelca inconsciente y me dice: —Todos necesitamos un poco de dulzura de vez en cuando. — ¡No! Yo no la necesito, no entiendo ese fanatismo estúpido, llévense su diabetes hacia otro lado. Déjenme sola y sin caries por un rato, llena de… de ácido. Sí, me gusta el ácido. — ¿Por qué no te movés un poco? Estar sentada tanto tiempo te va a hacer… — ¡Pero estoy desayunando! ¿Querés que desayune parada? Conversaciones que nunca suelen terminar bien. Me s...